28/12/07

Testimonios: Cinco personajes de Guayaquil nos hablan de su Navidad
















Cinco personas conocidas de Guayaquil (la soprano Astrid Achi; la presentadora de TV Rocío de Chiriboga; la modelo y asambleista Rosana Queirolo; el editorialista Eduardo Castillo; y el gerente de empresa Luis Fernando Salas -en las fotografías de arriba aparecen por este orden de izquierda a derecha-) han contestado a nuestra pregunta:

¿Qué hará usted para alegrar estas fechas a los que tienen menos y están más cerca?

Estas han sido sus respuestas:
Astrid Achi (Soprano):

La Navidad es un momento especial para todos. Unos sienten nostalgia de tiempos idos, otros están emotivos y motivados por sus pequeños hijos, en fin... En definitiva causa diferentes efectos en nuestros corazones y sentimientos.
Por mi parte, junto al coro Municipal de Adultos, Guayaquil Más Ciudad, que me honro en dirigir, tendremos una apretada agenda donde daremos el mensaje de paz y de solidaridad por medio de las voces.Se entonaran canciones que llevan un hermoso mensaje al publico que se reunirá en diversos escenarios como fundaciones, iglesias, centro comerciales o al pie del edificio Municipal. Ahí compartiré la belleza intangible pero profundamente sentida de la música, brindando felicidad a quienes la escuchen.
Yo personalmente, aportare con mi presencia en varios eventos de fin social, para dar a través de mi voz, todo lo que puedo, que es mi arte, al que he dedicado toda mi vida. Lo comparto sin ningún egoísmo con fines benéficos sin aspirar a lucro. Sólo por recibir la felicidad de dar.
Rocío de Chiriboga (presentadora de TV):
Aparte de los agasajos materiales que ilusionan a todos, considero que debemos compartir espiritualmente. Es el mejor presente que podemos realizar y el regalo que de verdad perdura durante muchas navidades. Es algo que hacemos en familia. Mi familia tiene por costumbre celebrar con los niños que menos tienen.
Nos reunimos para celebrar con padres que tienen algún hijito en el cielo, y, en su honor, mi esposo formó la Fundación Sonrisas del Cielo. Invitamos a niños de diferentes lugares para disfrutar de algún show u obra en la que los personajes son interpretados por miembros de nuestra familia.
Los que menos tienen no sólo son niños, sino también otras personas cercanas, que trabajan para nosotros, o personas a las que no les hace falta algo material, sino cariño. Ya algo muy importante y que forma parte de nuestros regalo al mundo entero es la oración y agradecimiento al que es el verdadero centro de la Navidad: el niño Jesús.

Rosana Queirolo (Modelo y asambleista):

En la situación privilegiada que me encuentro en estos momentos al ser con la bendición de Dios parte de la Asamblea Nacional Constituyente, creo que la mejor manera de dar alegría a los que menos tienen que son la mayor parte de la población de nuestro país, es trabajando incansablemente para que la nueva Constitución sea de todos y de todas y defendiendo de manera radical el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural sin excepciones.
Las madres sabemos el milagro que significa poder concebir un hijo, sabemos también que aún cuando este hijo no venga sano o incluso haya sido producto de una violación, no podríamos jamás sacarlo de nuestro vientre. ¿Cuántos niños y niñas que han nacido con discapacidades o como producto de infames violaciones, son ahora jóvenes, hombres y mujeres de bien que aportan tanto a nuestra sociedad? Nuestros derechos y libertades acaban cuando comienzan los derechos y libertades de los otros, por lo tanto debemos respetar esa vida que empieza.
Hay muchos cambios que desde la Asamblea se pueden hacer para mejorar la vida de los mas pobres de nuestro querido Ecuador, sin embargo, estoy convencida que mientras el derecho a la vida no esté garantizado en nuestra Constitución, pocos cambios habrán valido la pena. Por lo tanto, pienso que el mejor regalo que nosotros los Asambleístas podemos dar al país sería la protección y garantía de la defensa a la vida sin excepciones.
Eduardo Castillo (Editorialista):

No es posible dar sino de lo que se tiene. Y para poder dar alegría -la de verdad: la que sale del corazón-, lo primordial que haré es abrirme a esa profunda, íntima alegría que proviene del Dios-con-nosotros, el Emmanuel de la Navidad, que cuando arraiga en nuestro pobre corazón humano es difusiva.
Compartiré esa alegría con los que -aunque físicamente lejanos, en algunos casos- estén más cerca de mí: familiares y amigos, colaboradores y prójimos circunstanciales, dándoles algún regalo material que signifique "te quiero" algún buen deseo, una íntima oración, una sonrisa u otro gesto que les transmita, considerando sus necesidades, de aquello que también de regalo he recibido.
Luis Fernando Salas (Gerente de empresa):

Antes que nada hemos de reflexionar en quién es mi prójimo, o sea, quien está más cerca de mi, ya que a veces sucede que por estar inmersos en el día a día nos resulta difícil darnos cuenta de algo tan evidente. En esta tarea nos involucraremos papá, mamá e hijos por cuanto eso les ayuda a los chicos a darse cuenta de que diferentes familias vivimos distintas realidades.
Armaremos canastas navideñas para de esta manera participar todos y al entregarlas profundizar en el verdadero sentido de la Navidad o sea que el hijo de Dios se hizo "Niño Chiquito" para venir a salvarnos.

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